Las fiestas de fin de año se acercan y como cada año, deseamos dar y compartir lo mejor de nosotros con las personas que apreciamos tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Una tradición que ha perdurado con el tiempo es la de compartir los llamados arcones o canastas navideñas con nuestros más preciados clientes y empleados. ¿Pero de dónde surge esta tradición?
Para responder a esta pregunta hay que remontarnos a la Época Romana, en donde los patrones eran los responsables de armar cestas de mimbre y llenarlas con comida que podía incluir higos secos, ramas de olivo, hojas de laurel, entre otros, siempre acompañadas de un mensaje con buenos deseos. A esto se le conocía como sportula y eran repartidas con los clientes. Algunas veces a los esclavos de la época les otorgaban mayor tiempo libre, doblar sus raciones, entre otras cosas. La tradición fue evolucionando incluso al llegar a incluir una pequeña cantidad de dinero; se empezó a considerar para los trabajadores un pago especial en dinero o en especie, por lo cual, se piensa que el conocido aguinaldo y las sportulas estén relacionados en su origen.
A más de 1500 años de distancia el uso de canastas navideñas y arcones ha tomado nuevamente popularidad entre los empresarios desde el siglo XX y representan una forma de agradecer, tanto a clientes como a colaboradores y empleados, los frutos obtenidos a lo largo del año además de brindar algunas ventajas como las que enumeramos a continuación:
1. Percepción de valor. Al regalar una canasta, tus clientes y empleados obtienen algo que pueden compartir con los suyos, por lo tanto, es un regalo y una acción muy valorada.
2. Ellos deciden cuando disfrutarlo. No hay un límite del tiempo con el que se disponga, sino que pueden consumir su regalo cuando ellos quieran.
3. Permite una mayor variedad de regalos. Partiendo del presupuesto base para cada canasta existe la posibilidad de tener una mayor personalización en los productos que se incluyen, permitiendo que no sea uno o dos productos, sino que sea un paquete completo de productos que incluso se pueden complementar entre sí.
4. Tú tienes el control del presupuesto. Cuando piensas en dar algún regalo puede suceder que pierdas el control de lo que vas a regalar de acuerdo a lo que estás dispuesto a invertir en cada regalo, al seleccionar una canasta de regalos puedes hacerlo incluso por categorías distintas hacia empleados, clientes o prospectos sabiendo desde el inicio el costo, por lo que permite que puedas atender a todos y ofrecerles una opción adecuada para cada uno.
En Prissa estamos conscientes del gran valor de esta tradición y preparamos diversas canastas y arcones que sin duda te ayudarán a encontrar la mejor opción para tus regalos navideños.
Te presentamos nuestra sección especial para esta temporada: http://bit.ly/CanastasPrissa
Zury Villafaña